lunes, 21 de septiembre de 2009

No hay un día en que no me mire al espejo e intente imaginar cómo será la vida de una linda. Qué se sentirá verse al espejo y estar conforme con lo que se ve. Cómo será sentir la mirada del otro posarse benignamente sobre el cuerpo. Qué pensará una linda al irse a dormir. Sobre qué fantaseará. De qué manera latirá su corazón cuando se da cuenta que alguien que le interesa la mira, se acerca, la rodea. Cómo será sentir que el cuerpo, el rostro, el cabello, todo, está en armonía con la naturaleza. Y luego, trato de imaginar cómo sería mi vida, si yo fuese linda. Que no lo soy, claro.

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